12 agosto 2010

Consumo Responsable

Se que suena a recomendación de bebida alcoholica pero, en realidad es algo que se puede, y de hecho se debe aplicar a cualquier compra que hagamos. Ya que no importa si vamos a la tienda de la esquina a por un cuarto de salchichón o a comprarnos un coche, siempre podemos aplicar las normas básicas del consumo responsable.

¿Y cuales son esas normas o reglas? En realidad no están escritas, puede que exista por ahí algún decálogo, pero seguro que está basado en el sentido común que, por desgracia, se está convirtiendo en el menos común de todos los sentidos. Todos las conocemos, o las conocíamos, lo que ocurre es que con el tiempo y las malas costumbres se nos han ido olvidando. O, los comercios, han conseguido que se nos olviden.

Lo primero que debemos hacer cuando vayamos a comprar algo es hacernos una simple pregunta "¿de verdad lo necesito?". Con esa sencilla cuestión nos plantearemos si con las compras vamos a satisfacer una necesidad real o una necesidad ficticia y/o temporal. No hace falta ir muy lejos para ponerlo en práctica, la próxima vez que vayáis al supermercado haced una lista, detallada y exacta, de lo que debéis comprar. Debajo de la lista dejad un espacio en blanco para, los "productos de compra impulsiva" ya sabéis, esos que están colocados estratégicamente para que piquemos, siempre a una altura media, para verlos en seguida y acceder fácilmente a ellos. Con colores llamativos. Carteles de oferta. Promociones especiales. Todo el mundo, absolutamente todo el mundo cae alguna vez en eso (me incluyo) Apuntad bajo la lista lo que habéis comprado de más. Haced la suma de lo que os ha costado y veréis que mal os sienta haber metido esos caprichos en el carrito. La próxima vez no os saldréis de la lista. Cosa que tiene la ventaja de que terminaréis la compra antes que si váis al tun-tun.

A todo se puede aplicar esa pregunta. La tecnología y la moda son los mercados que más nos hacen plantearnosla. Es verdad que ahora en mi viejo disco duro de cuarenta gigas no me caben más fotos, porque he descargado ya más de cinco mil y voy a necesitar otro, más grande y mejor para poder almacenar más. Muy bien, si, te falta espacio pero ¿has mirado bien lo que tienes almacenado en el viejo disco? Todas las fotografías y archivos ¿son útiles? Seguro que eres de los que jamás ha ordenado y limpiado sus viejos archivos y llevas años sin utilizarlos, pero, aún así, los guardas. Fotos borrosas y movidas, oscuras o sobreexpuestas. Canciones y videos que puedes escuchar online siempre que quieras o descargarlas sin necesidad de tenerlas ocupando espacio virtual. Programas desfasados. Basura a fin de cuentas. Igual ocurre con tu viejo ordenador. Tu DVD. Tu televisor. El MP3, el Móvil y cualquier aparato en el que pienses. Bien cuidado y bien usado puede durar muchos años y no desperdiciaremos dinero.

Con la ropa estamos igual. Ya hablé de eso hace un par de días, pero no está de más recalcar y dar unos consejillos. Todos sabemos que la industria de la moda mueve billones de euros al año y que se nutre de la necesidad que nos crean de cambiar cada año de modelo. No ha empezado una temporada cuando ya están anunciando la próxima y las grandes pasarelas adelantan un año sus tendencias ¡un año! Nos meten en la cabeza que es lo que vamos a tener que ponernos antes incluso de que llegue a las tiendas, si eso no es una inducción al comportamiento que me lo expliquen. Aquí es cuando más utilidad tiene esa pregunta ¿Realmente necesitamos toda la ropa que compramos? La respuesta es no. No la necesitamos porque en el armario tenemos la suficiente como para poder salir de casa bien vestidos y sin repetir modelito todos los días de la semana, algunos y algunas incluso no repetirían en meses. En este punto yo doy dos consejos muy sencillos. Uno; la mejor forma de que no te afecten los cambios de moda es vestir clásico y básico. Yo pongo el ejemplo de George Clooney, ese hombre va vestido siempre como hay que ir. Camisas lisas, de cuadros o de rayas (nada de estampados), polos ajustados (que no ceñidos), pantalones y chaquetas de colores neutros, nunca llamativos. Prendas que nunca han pasado ni pasarán de moda y que, bien combinadas te convierten en el más elegante de todos. En el caso de las mujeres, bueno, hay muchos pero si tuviera que elegir una diría Audrey Hepburn, combinó siempre elegancia y sencillez y hoy día su estilo todavía está a la última (bailarinas, pantalones pitillo, jerseys de rayas) básicos de moda y fondos de armario que cualquiera puede tener. Y Dos; las prendas de calidad dan siempre mejor resultado que las baratas. La industria nos ha acostumbrado a comprarnos tres polos por veinte euros, que nos van a durar menos de tres meses, porque el año que viene cambiarán el diseño y los colores, que junto con el desgaste de los materiales baratos que utilizaron en su confección, harán que al lado de los nuevos parezcan que tienen diez años, cuando no han sido usados más de diez veces. Una buena prenda, confeccionada con un buen género y acabada al detalle y con esmero, bien cuidada, puede durarnos años. Décadas me atrevería a decir. Un ejemplo, ahora mismo estoy utilizando tres polos que "heredé" de un ex-novio de mi cuñada, de cuando él iba al instituto, o sea hace ya veinte años de eso, son Chemise Lacoste y salvo un par de rotos (frutos de la locura juvenil, supongo) están impecables, de color y de textura. Las mismas prendas de Sprinfield, H&M o Zara (que también tengo) con esa edad ya habrían sido pasto de la tijera y formarían parte de la colección de trapos de limpieza de la casa, años ha. Igual me ocurrió con un jersey de la misma marca que mi padre usaba cuando tenía mi edad, y me lleva treinta años, treinta. (También hay que decir que por aquella época esa marca era un poquito más accesible y mucha gente podía tener una o dos prendas de ellos, hoy en día no ocurre eso. Pero de esto es otro asunto) Tampoco hace falta gastarse una millonada en un par de prendas, Massimo Dutti tiene muy buen género y es asequible. Una tercera opción frente al ataque implacable de la industria textil, es ser fiel a un estilo, yo soy más bien clásico tirando a urbanita, pero cualquiera que defina su propio estilo será capaz de sortear los embites de las grandes marcas de moda.

Es dificil no dejarse influenciar, pero es posible, a la vuelta de un tiempo poniéndo en práctica el consumo responsable nos encontraremos con una grata sorpresa en nuestra cuenta de ahorros. Crecerá de una manera que no nos creeremos. Y ese dinero podremos destinarlo a lo que queramos o nos haga más ilusión. El que quiera irse de tiendas caras podrá hacerlo y si no, un viajito apañado nunca viene mal para el cuerpo y siempre viene bien para el alma.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los extremos muy pocas veces, por no decir casi nunca, son buenos en casi nada.En cuestión de archivos mi ordenador...es un baúl. Y en cuestión de moda, a mí personalmente me importa un pimiento lo que se lleve, no sigo ninguna tendencia, pero sí que soy una compradora compulsiva de ropa porque veo que hay muy buenas prendas, tanto a nivel de calidad, precio o gusto. También me dura la ropa mogollón y los zapatos los cambios porque se me rompen (y aún así me cuesta mucho desprenderme de ellos). Como mujer, añado que bolsos tengo un montón, no tanto porque me los compre, sino porque a casi todo el mundo le da por regalarme un bolso... Mejor seguir tu recomendación: preparar la lista antes de irse de casa y no salirse de ella. Pero en lo referente a la ropa ¿Hay alguien que haga una lista? Yo no, yo voy "picando"... y así me va, me sobra algo de ropa.Esperemos que Zara y Masimo Duti continue la buena relación calidad-precio. Lacoste y otras muuchas son demasiado caras, pero al menos sabes que estás comprando algo de excelente calidad.
Besitos.

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