25 enero 2021

Una Novia Para Antonio

Tengo el don de saber escuchar. Supongo que no seré el único que dice esto siempre. Las personas que somos del tipo "callada", nos solemos escudar en esa frase , para justificar que, en la mayoría de las ocasiones no tenemos nada que decir al respecto de lo que acontece o, simplemente, no queremos decir nada por prudencia, por respeto, o porque no nos apetece. Y, no es que no tengamos una opinión, más bien es que nos hemos cansado de gastar energía en darla, ya que, por experiencia, sabemos que va a llevársela el viento.

El caso es que, tener el don de saber escuchar, es una realidad. Visible además para el resto de personas. Es un hecho comprobado, a los que somos así, la gente viene a contarnos sus problemas, sus desgracias, sus penas, sus preocupaciones... Yo digo que a mi me ven "cara de cura" porque siempre acabo haciendo de confesor. Y, cuando tratas con mucha gente al día, como me ocurre a mi en el trabajo, siempre hay alguien que aprovecha la ocasión para desahogarse y vaciar todo aquello que le quita el sueño.

Hoy le ha tocado el turno a Antonio. Ha venido a pagar un par de recibos y hemos estado charlando cinco minutos. Lo justo para que, en cuatro palabras me dijera todo lo que necesitaba decir, porque Antonio es así, parco en palabras pero conciso en el mensaje. Cierto es que, siempre que viene, me cuenta lo mal que lo está pasando por sus padres, que son mayores y están enfermos, pero hoy, al no decírmelo él, le he preguntado yo. - "¿Cómo está tu madre?". - "Mi madre falleció en noviembre". 

Tras darle el pésame, empezó a hablar sobre como se había quedado él. - "Yo estoy solo, Sr. Bermejo" (es el único en todo el mundo que me llama así) me dijo. - "Mi padre ya no se entera de nada y mi madre, que era mi apoyo, ya no está". - "Ellos, no me tuvieron más que a mi y, conmigo, se termina mi familia". Se ve que eso le come por dentro, porque me lo dijo con mucho sentimiento, amargura es la palabra. Y eso me llegó al alma. 

Antonio es de un pueblo de Málaga, Ardales. Y allí tiene casa y tierras (no muchas, pero suficientes). Trabaja de jardinero y también en el campo. Le gustan los animales y la música, es un poco bohemio. Es trabajador y responsable. Algo "brutote", pero buena persona (y eso es algo que no abunda ya mucho por estos lares). Y busca esposa, novia, pareja o lo que se tercie. Alguien que le de cariño, que le apoye, que le ayude y que esté a su lado. Lo más sería que también quisiera tener hijos con él, ojalá, pero eso ya no me compete a mi.

Yo no suelo meterme en asuntos de corazón. Esos temas son demasiado engorrosos y no me gusta que me acaben echando en cara el que yo terciara, si la cosa saliese mal. Pero, es que hoy me ha pillado más sensible que de costumbre y, si en algo puedo ayudar a que dos personas se encuentren, junten y compartan su poquita felicidad, para hacer una más grande... como dice el doctor Emmet Brown "¡¿Qué demonios?!" Por mi, y sólo por hoy, que no quede. 

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