Una de falta de arrestos

Hemos sido comedidos en el título de hoy por no parecer demasiado burdos, al menos desde un principio. Pero es que me da la impresión de encontrarnos frente al grupo de dirigentes más torpes e incapaces que he conocido en mi vida, y, curiosamente mi vida se limita a la democracia en este país, por lo que puedo hacer comparaciones recientes sin miedo a que me acusen de retrógrado fascista, o de rojo anticuado, que por desgracia aún existen en este país de contrastes. La maravilla del actual sistema permite, que cualquier persona acceda a un cargo político de responsabilidad, sin exclusión por motivos de credo, raza, origen, pasado y, por desgracia, de preparación. Porque, señoras y señores, si para acceder a cualquier puesto de la administración se exigen una serie de requisitos previos y superar unas pruebas que en algunos casos parecen ideadas por el mismísimo Fray Torquemada, ¿Cómo es que para dirigir a todo el país lo único que se requiere es mantenerse derecho sobre las piernas y en algunos casos ni siquiera eso? A mí que me lo expliquen como si fuera un niño, porque, la verdad es que me cuesta trabajo entenderlo. Claro que, visto así muchísimas cosas empiezan a cobrar sentido y ves claro eso de que una ministra plantee como solución alternativa al problema de la vivienda la construcción con ¡¡Contenedores!! Esta señoritinga jamás ha estado dentro de uno de esos aparte de en Construmat. En agosto y a pleno sol es más parecido a un microondas que a un “algo digno”. Bueno, pero eso no importa demasiado ya que estarán destinadas a los jóvenes y las nuevas generaciones vienen fuertes y pueden aguantar bien las temperaturas extremas (porque en invierno no sabes lo a gustito que se está ahí dentro… con veinte forros polares superpuestos). No quiero ni imaginar como tienen que ser esos consejos de ministros en los que se tratan de afrontar los problemas nacionales mediante lluvias de ideas, pero vamos, viendo el resultado parece que lo hubieran hecho leyendo El Jueves y fumándose los “bonsáis” de la Moncloa. Todos estos que ahora se dan aires de grandeza y solo hace dos años llamaban a las puertas de las casas mendigando un voto deberían pasar más tiempo preparándose para las grandes decisiones que han de tomar en lugar de hacer lo que sea que hagan mientras no están en el Congreso (que, por otra parte, es donde deberían de estar). El caso es que a medida que te haces mayor y todas las cosas cambian de color, te das cuenta de que todo en el mundo atiende a un solo fin, la riqueza y el poder, y ves como los que tienen el poder quieren más riqueza y los ricos lo que buscan es controlar el poder. Aquí ya no hay “manos negras” que mueven los hilos ocultos en la oscuridad, ¡que va! Ya ni se esconden y ves como hasta se toman cafés juntos los que ayer se acusaban de llevarse comisiones delante del país. Los banqueros salen de rositas frente a acusaciones de fraudes ultra millonarios y los políticos posan en fotos junto a ellos para los periódicos de sus amigos. Mientras tanto, yo mañana volveré a levantarme por la mañana para encontrar que todo sigue igual de camino al trabajo, los mismos baches en la carretera, los mismos locos al volante, la basura por las calles, las pintadas en los muros... aunque hay algo que si cambia, ayer había una persona diferente pidiendo en el semáforo de la esquina, supongo que ese no le haría ascos a los "dignos treinta metros cuadrados."
Un beso a todas y un abrazo a todos.

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