Una de Borregos

En el colegio, el curso antes de pasar a BUP, nos hicieron unos test psicológicos para evaluar nuestra capacidad mental e intelectual. Tras someternos a numerosas pruebas numéricas, alfabéticas y de abstracción mental y visual, la psicóloga se despidió con una charla sobre la importancia de estar preparados para el futuro. La única frase que recuerdo de aquella charla es : "… cuando pasáis de curso lo hacéis como borregos…". No se si con aquella "acertadísima" expresión se refería a que lo hacíamos en masa o a que no sabíamos exactamente a donde nos conducían. Ahora, con el tiempo, miro atrás y me doy cuenta de que la poca delicadeza de aquellas palabras realmente tenían sentido, no solo ya en el ámbito escolar y universitario donde son crudamente acertadas, sino en la vida misma. Ya hace unos días que le doy vueltas a este tema (en el camino casa-trabajo-casa los atascos te dan mucho tiempo para pensar) y no se si estaré en lo cierto, pero como el mejor modo de contrastar mis ideas es compartiéndolas con el resto del mundo aquí os dejo esto para el que quiera suscribir o rebatir porque uno es abierto ya que no tiene nada que perder. El tema de hoy va de impuestos, o de política, o de permisividad según se mire. Porque yo lo veo en la calle, y nunca mejor dicho, en las calles del polígono por las que paso todos los días cuatro veces al volante, esas calles llenas de baches, parches, agujeros y socavones con tantos años que parecen que no los hacen desaparecer por que les han cogido cariño o simplemente los tapan para que no cojan frío. Y digo yo, si cada uno de los conductores pagamos el impuesto de circulación que se supone existe por el uso que uno hace de las vías públicas y que va destinado al mantenimiento de las mismas, si cada ciudadano propietario de un inmueble abona la llamada "contribución urbana" al igual que las empresas residentes en los polígonos industriales a las que, además, se les carga una cuota trimestral nada desdeñable a la "Entidad de conservación" (ríase usted del nombre) ¿como es que todos los días, desde hace más de dos años que realizo el mismo recorrido mi coche en lugar de rodar va botando y rebotando cual pelota en un recreo? ¿Qué hay que hacer para que la autoridad competente, entidad responsable u obrero mandado se pase una mañana a repararnos el piso para que dure lo menos veinte años? Supongo que poner más dinero sobre la mesa, o tener un tío en el ayuntamiento que eso es algo que siempre ayudó mucho. Hasta entonces seguiremos como borregos, pagando nuestros impuestos, que solo Dios sabe a donde van (o mejor dicho el César), votando como borregos a aquel que nos diga que va a tapar los agujeros (refiriéndose a los económicos del ayuntamiento claro está) y protestando como borregos sabiendo que nos van a hacer el mismo caso de siempre. El año que viene, como se que esto va a seguir igual, o peor, propondré en la próxima reunión de propietarios que el polígono sea sede de una etapa prólogo del Barcelona-Dakar, que eso siempre da mucho dinero y publicidad. Aunque seguro que la organización la desestima por la dureza del terreno.
Un beso a todas y un abrazo a todos.

Comentarios

Entradas populares