CSI La Mancha

¿Qué tiene que ver el palacio del Cesar con el mundo de Don Quijote? Así nos comentaba hace unos días Hilario Pino en los informativos de Telecinco una noticia que me dejó medio traspuesto. Resulta -ahora me entero yo de esto- que, aprovechando el tirón internacional del Hidalgo Caballero, a los ilustrísimos (cosa que viene del latín Illustrissimus, o sea ilustre, y no del verbo Ilustrar) señores diputados de la Junta de Castilla la Mancha se les ha ocurrido la genial idea de construir un parque temático llamado “El Reino de Don Quijote”, ubicado en el término municipal de Ciudad Real. Que, mire usted por donde, no va a ensalzar precisamente las virtudes histórico-literarias de Don Alonso Quijano, nada más lejos de la realidad ya que se va a tratar de un recinto de ocio puro y duro, con campos de golf, macro-centros comerciales y, supongo, atracciones de feria del estilo “Molinos y Gigantes” (atrévete a subirte a la montaña rusa más imponente de toda la Mancha). De quedarse la cosa solo en un mero aprovechamiento de la obra de Don Miguel de Cervantes me habría resignado a poner una mueca de desprecio y poco más, ya sabemos que en la tierra del sol y del vino por dinero se desentierran hasta los huesos de San Fulano del Monte Perdido, que ni era santo ni vivía en el monte. Pero la noticia no era la construcción del parquecito (que de parque solo tiene el nombre) sino que en su recinto se iba a ubicar el primer Hotel-Casino de la empresa americana Harrah’s en Europa. A nadie le suena ni de lejos el nombre de esta empresa, pero si explicamos que, entre otros, es la que gestiona el famosísimo Caesars Palace de Las Vegas, pues nos hacemos una idea de lo que va a construir en tan histórico paraje. No porque lo diga yo, sino porque han prometido hacer una réplica de ese “mamotrético” edificio, con superauditorio incluido, al cual irán a actuar las estrellas más relevantes del panorama musical español, de modo que igualando a sus súper estrellas del tipo Celine Dion o Elton John, aquí colocaremos a Ana Belén y a Serrat, mientras que en lugar de Jerry Seinfield haciendo su númerito cómico pondremos a Quique San Francisco, que es menos atractivo (tampoco mucho menos, todo hay que decirlo) pero casi igual de gracioso. Pero, recemos para que sea así, si se quedan en hacer solo una copia de su buque insignia sería de agradecer, ya que viendo al resto de sus hermanos lo prefiero al multiforme Bally’s, al gigantesco y poco agraciado Flamingo, a los hiper-luminosos y sicodélicos de la serie Grand Casinos y, sobre todo, muchísimo mejor que la gigantesca horterada del Hotel Casino Paris Las Vegas.
Yo que soy muy escéptico y algo conservador para este tipo de cosas, tengo dificultad para entender la necesidad de crear un centro de juego de tales dimensiones en España, pero sé que tampoco me debo esforzar demasiado, con poner el símbolo del dólar ($) delante y detrás de cada razón que me den me será fácil. De modo que, como el dinero llama al dinero, si la apuesta americana da resultados, alrededor del Caesars irán apareciendo más y más joyitas de la arquitectura moderna americana del tipo pirámide de cristal , Luxor Las Vegas, o ese que tiene una montaña rusa que atraviesa los rascacielos y la estatua de la Libertad, New York-New York Hotel & Casino se llama. Pero siempre en plan español. Así que en lugar de ir a visitar la Botella de Coca-Cola más grande del mundo aquí pondremos una de Valdepeñas (¡con dos cojones!), cambiaremos la Presa Hoover por el Pantano de Peñarroya y en lugar del Gran Cañón del Colorado pasearemos por las Tablas de Daimiel (que a este paso poco le queda para convertirse en desierto).

Mas información en las siguientes páginas web:
- www.caesars.com/caesars/lasvegas/
- http://www.nynyhotelcasino.com/
- http://www.luxor.com/

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