El Antiguo Arte de la Jardinería
Hoy propongo una prueba de agudeza visual, más que nada porque la foto que adjunto está hecha con mi móvil y la calidad deja mucho que desear.
Pero primero situémonos: Librería de unos populares grandes almacenes, sección de jardinería, primer estante. Entre libros titulados "Todo Rosas", "Guía de Flores" o "Árboles y Arbustos" hay dos ejemplares de una misma obra que destacan por su curiosísimo tema de estudio. ¿Alguien puede vislumbrar como se llama? ¿No? Tenéis diez segundos… Tic-Tac, Tic-Tac, Tic-Tac… ¡Tiempo! ¿Lo habéis adivinado? ¿Si? ¿No? Bueno, no dilatemos más la espera, el título es: "Marihuana-Cultivo en Interior". Impresionante verdad, bueno, no tan extraño es encontrarse un libro con tal contenido en los tiempos que vivimos como el que estuviera a la venta en un centro comercial tan carismático y de corte tan tradicional. Pero como ya he dicho en más de una ocasión Don Dinero es Don Dinero y un empresario moderno es capaz de vender su alma al diablo por cuatro perras antes que perder media centésima de cuota de mercado frente al kiosco de la esquina, el cual te vende perfectamente (y con todas las de la ley de su parte) cualquiera de las dos publicaciones periódicas que existen en España sobre la cultura del Cannabis (Cáñamo y Yerba). ¡Si es que ya a cualquier cosa lo llaman cultura!
A mí esto del porro y sus aliados me resulta de lo más gracioso, los tipos han conseguido pasar de ser unos hippies proscritos fumadores de grifa, repudiados por la gran mayoría de la sociedad, a convertirse en una especie de mega-asociación internacional pseudo-científica que defiende el consumo de una sustancia estupefaciente, tan nociva o más que el tabaco. Y, lo mejor de todo, es que han conseguido triunfos tales como el poder ir calándose un peta delante de un policía sin que este pueda decirle nada, o, disfrazar al canuto de placebo medicinal alternativo para aliviar los efectos secundarios de la quimioterapia ¿a ver quien me dice la seriedad que se le puede dar a un informe científico-médico presentado por un porreta?
Pero esto es como todo en mi querido país, el ejemplo del club de socios de la hierba fresca puede ser seguido y aplicado a innumerables productos, ideales o formas de vida. Si tienes una costumbre que esté mal vista, una forma de pensar diferente, un gusto por algo poco corriente o, simplemente, un hábito algo asquerosillo o guarrete, no te preocupes, tan solo tienes que buscar a gente igual que tú. Un grupito más o menos numeroso, un par de lumbreras que hayan estudiado derecho, un vacío legal oportuno y en un par de años tendréis vía libre para, no sé, bajar en pelotas a comprar el periódico, ducharte solo una vez al mes aunque trabajes en sanidad, jugar al "paintball" con los colegas entre los bancos de la catedral o conducir por la derecha como en el Reino Unido (total esto último ya lo hacen algunos, que más da legalizarlo ¿no?).
Yo por mi parte esta noche dormiré tranquilo sabiendo que si alguna vez se despierta en mi la inquietud de practicar en casa la jardinería sicotrópica, no tendré que hacerlo a ciegas arriesgándome a perder cosechas enteras por falta de conocimientos o malos consejos, tan solo tengo que acudir al kiosco de al lado, a una buena librería o ¿quién sabe? Puede que incluso tengan un ejemplar en la biblioteca municipal.
A mí esto del porro y sus aliados me resulta de lo más gracioso, los tipos han conseguido pasar de ser unos hippies proscritos fumadores de grifa, repudiados por la gran mayoría de la sociedad, a convertirse en una especie de mega-asociación internacional pseudo-científica que defiende el consumo de una sustancia estupefaciente, tan nociva o más que el tabaco. Y, lo mejor de todo, es que han conseguido triunfos tales como el poder ir calándose un peta delante de un policía sin que este pueda decirle nada, o, disfrazar al canuto de placebo medicinal alternativo para aliviar los efectos secundarios de la quimioterapia ¿a ver quien me dice la seriedad que se le puede dar a un informe científico-médico presentado por un porreta?
Pero esto es como todo en mi querido país, el ejemplo del club de socios de la hierba fresca puede ser seguido y aplicado a innumerables productos, ideales o formas de vida. Si tienes una costumbre que esté mal vista, una forma de pensar diferente, un gusto por algo poco corriente o, simplemente, un hábito algo asquerosillo o guarrete, no te preocupes, tan solo tienes que buscar a gente igual que tú. Un grupito más o menos numeroso, un par de lumbreras que hayan estudiado derecho, un vacío legal oportuno y en un par de años tendréis vía libre para, no sé, bajar en pelotas a comprar el periódico, ducharte solo una vez al mes aunque trabajes en sanidad, jugar al "paintball" con los colegas entre los bancos de la catedral o conducir por la derecha como en el Reino Unido (total esto último ya lo hacen algunos, que más da legalizarlo ¿no?).
Yo por mi parte esta noche dormiré tranquilo sabiendo que si alguna vez se despierta en mi la inquietud de practicar en casa la jardinería sicotrópica, no tendré que hacerlo a ciegas arriesgándome a perder cosechas enteras por falta de conocimientos o malos consejos, tan solo tengo que acudir al kiosco de al lado, a una buena librería o ¿quién sabe? Puede que incluso tengan un ejemplar en la biblioteca municipal.
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