E.E.M.

Esta vez el título se las trae, lo se. ¿Qué que significa esto? Pues son las siglas de: Evento de Extinción Masivo. Si, muy fuerte y muy tétrico, pero al menos es mejor que “¡El fin de los tiempos!” que fue mi primera idea.
Parece que los científicos ya están totalmente de acuerdo en esa teoría que explica como, a finales del mesozoico, se produjo la gran extinción del cretáceo terciario, esto es, la desaparición de los dinosaurios (Jurasic Park en realidad tenía que haberse llamado Cretacic Park, pero, bueno, no quedaba tan comercial). Prácticamente todo el mundo ya conoce la historia del meteorito que se estrelló contra la tierra, supuestamente en el golfo de México (según algunas teorías) y que acabó con la vida de los grandes animales del planeta, los dinosaurios entre ellos, porque no pudieron adaptarse a las condiciones de vida tan extremas que se produjeron tras la colisión.
Tranquilos todos, no es que se haya detectado ningún otro pedrusco con origen en Alfa-Centauro y en dirección Gran Vía. Tampoco creo que nos afecte la mega-colisión de las cinco galaxias que ocurrió hace cien millones de años luz y que ahora estamos viendo nosotros (bueno, nosotros nosotros no, más bien los científicos). Pero eso de que la humanidad, tal y como la conocemos, se va a extinguir, bueno, pues es una realidad científicamente demostrable. Cualquier biólogo te puede asegurar que todas las especies conocidas (y desconocidas) que cohabitan este planeta hoy en día están destinadas a desaparecer, no por catástrofes, ni masacres, ni cambios climáticos repentinos, ¡que va!, simplemente porque al dar un paso en la escala evolutiva dejan de ser lo que eran para convertirse en una nueva especie. Con los homínidos ha pasado exactamente eso hasta llegar al hombre contemporaneo (Homo Sapiens Sapiens).
Si nos centramos en la tarea de los científicos encargados de estudiar, descifrar y corroborar, la teoría de la evolución, vemos como una de las labores más importantes es el trabajo de campo. Rebuscar en la arena, acarrear sacos de tierra, desenterrar todo tipo de objetos hasta dar con la clave, algo que explique como vivían los que estuvieron allí hace millones de años, quienes eran y, lo más importante, cual fue el motivo de su desaparición. Tal vez así, se pueda intentar evitar un posible futuro cierto para los hombres y conseguir que la raza humana no perezca en el olvido.
Aunque visto lo visto, yo diría que tenemos los días contados, que entre tanta guerra, tanto terrorismo, tanta comida basura y tanta contaminación aquí no se va a salvar ni “El Tato”. Eso si, vamos a dejar más rastros, documentos, y señales de nuestra estancia que Nuria Bermúdez después de pasar por la cama de un famoso. Aunque al que le toque la tarea de descifrar esta etapa de nuestra vida se va a hacer la picha un lío intentando hacer cosas como ubicar las diferentes poblaciones en torno a un origen, porque, bueno, antes estaba más o menos claro, un río y todos alrededor. O en los pueblos, cómo se construía en torno a la iglesia, o se amurallaba aglutinando a toda la villa. Ahora como están cubiertas las necesidades básicas de comida, agua y seguridad (no, perdón, hoy en día ésta última no está cubierta) pues se construye donde a cada uno le sale de la minga, eso si, siempre contando que el Excmo. Sr. Gerente de Obras Públicas y Urbanismo (incluyendo allegados y/o/u adyacentes) no se oponga, porque no se le haya invitado a un café y cosas por el estilo. También hay que decir que según donde se ubique un yacimiento arqueológico, la especulación sobre la vida de los pobladores de aquel lugar puede variar muchísimo (por no decir “un huevo”, que queda muy feo). De modo que, si dentro de dos mil millones de años, tras dos cataclismos, tres guerras I.A. (Inteligencia Artificial) y cinco invasiones alienígenas, los herederos de la tierra, en su afán por conocer sus orígenes, se ponen a escarbar donde antes había grandes ciudades ¿Qué se encontrarán? Y lo que es más interesante ¿Qué conclusiones sacarán? ¡Je je! Como especular es gratis, yo diría que en un alarde de análisis histórico-arqueológico, el Profesor de turno presentará los restos rescatados y empezará su ponencia con algo así: “Estimados colegas, miembros de las autoridades, delegados de la prensa, señoras y señores. Tras varios años de ardua investigación y duro trabajo, hemos llegado a la conclusión de que nuestro origen más cercano data de una civilización bastante avanzada que, a base de rudimentarias máquinas creadas por ellos mismos, creían dominar el planeta que habitaban. Utilizaban unos habitáculos provistos de ruedas y un volante, y con estos se desplazaban, gracias a un tanque repleto de un líquido altamente inflamable y una caja de explosiones semi-controladas. Mediante este sistema tan alocado conseguían alcanzar velocidades tales que mal controladas podían llevarlos a una muerte instantánea. De todo ello deducimos que nuestros antecesores eran unos seres tremendamente valientes, rozando la temeridad. Estos seres, eran, en su gran mayoría, guerreros. En todos los restos de individuos hemos hallado un diminuto aparato, estos, realizados en materiales de gran resistencia y durabilidad, además de altamente contaminantes. Hemos logrado simular el proceso de función de alguno de estos, para comprobar como emitían ingentes cantidades de ondas (tanto de baja y alta frecuencia) altamente nocivas, por lo que hemos supuesto que cada uno de estos aparatos eran armas, que utilizaban algún tipo de codificación, de ahí su teclado alfa-numérico. Eran seres muy sociables a los que gustaba reunirse en concentraciones de miles e incluso millones para compartir vidas y experiencias, ocio y diversión, pero a su vez esta concentración degeneraba a veces en conflictos locales que solían resolverse en el circo local, dos equipos de elegidos que se disputaban el control de una esfera confeccionada con pieles de animales cosidas con fibras de plantas (primitivo ¿no creen?). A estos privilegiados se les idolatraba, las hembras caían rendidas a sus pies y los varones imitaban sus peculiares características en el andar, en el vestir…etc. Eran “héroes”. Tenían un sistema de gobierno muy curioso, basandose en la premisa de que el poder emanaba del pueblo, realmente los que gobernaban era una reducida élite de “servidores públicos”, los cuales, básicamente dirigían a placer las vidas del resto de ciudadanos, mediante la aplicación, renovación e invención de nuevas leyes. No se necesitaba ningún tipo de preparación para llegar a ser gobernante, tan solo tener muchos amigos que pensaban igual que tú….”
Y, tras muchas divagaciones, el ponente concluirá diciendo que nuestra sociedad se extinguió porque ella quiso, ya que teniendo los conocimientos, las habilidades y los medios, jamás tuvo intención de desarrollar todos los mecanismos necesarios para eliminar la polución generada, las continuas y latentes guerras de desgaste y el imparable aumento de poder de las grandes corporaciones, que unidas terminaron por destruir todo lo que en miles de años se había construido.
Si hay algo que hay que echarle en cara al hombre de hoy es que, por dejadez, por ignorancia o por miedo nunca se implica en lo que realmente merece la pena y siempre antepone el bienestar propio al común. Bueno, siempre hay casos en los que el comportamiento es totalmente el opuesto, a estos, en nuestros días, se les suelen llamar locos.

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