Ese Jardín Perdido

De la mano de Dios tendría que continuar el título.
Con el buen tiempo mi mujer y yo hemos retomado la sana costumbre de dar un paseo todas las tardes, para estirar las piernas, mejorar la circulación, y disfrutar del fresquito de la tarde, que cuando el sol aprieta es mejor salir de casa, no vayamos a asfixiarnos. Los itinerarios que escogemos varían de un día a otro, a veces vamos hacia el sur, otras al norte, siempre callejeando por sitios por los que antes no habíamos caminado. Ayer tomamos la Calle del Ciprés, un nombre precioso para una calle bastante acogedora todo hay que decirlo, aunque tal vez demasiado transitada por vehículos a motor para mi gusto y algo descuidada en limpieza y jardines, pero, bueno, eso es algo que va con la ciudad ¿no? Siempre me había preguntado a donde llevaba esa calle y ayer mismo descubrí que termina justo en la barriada de Carlinda, pasando junto a la fábrica de Salyt. Entendí perfectamente el porqué de tanto tráfico, es la forma perfecta de llegar a esa parte de la ciudad sin tener que tragarte los continuos atascos de la ronda. Cuando llegamos al paso elevado sobre la citada ronda decidimos volver y explorar algo más aquel barrio. Tras un par de vueltas ya de regreso, mi mujer sugirió acercarnos a observar el remodelado campo de fútbol de Nueva Málaga, que, hay que reconocerlo, ha quedado genial tras la obra. Estábamos sobre una especie de mirador, con bancadas más que oxidadas por el desuso y el abandono (aunque recuperables al cien por cien con muy poco esfuerzo), que se encuentra junto a las calles Rodrigo de Narváez y Mochingo. Es un sitio perfecto desde el que se tiene una vista bastante buena de aquella parte de la ciudad; la parte sur del barrio de Nueva Málaga, el Carril de Salyt, la Avenida de Valle-Inclán y Carlinda. Al poco de estar allí me di cuenta de algo extraño, justo delante de nosotros, entre lo que, ahora he podido saber, son las calles Bástulos, Encarnación Fontiveros y el Camino del Cuarto, se podían ver varias hileras de viejas farolas o luminarias. Realmente no me lo podía creer, ahí hay un parque, bueno, no me he expresado con total claridad, hay lo que en su momento debió ser un parque bastante hermoso, no solo en lo que a especies de plantas, que se podían vislumbrar algunos ejemplares bastante prometedores, sino también en cuanto a extensión, suficiente como para que la gente del barrio no tenga que ir a buscar algo de aire fresco diez manzanas más al sur.
Ahora me pregunto yo ¿Porqué está toda esa zona en semejante estado de abandono y dejadez? Tan decrépito y marchito que dan ganas de echarse a llorar. ¿Quién ha dejado que esto ocurra? ¿No hay interés en recuperar ese patrimonio para los ciudadanos? ¿Nadie va a mover un dedo? ¿Existe algún beneficio detrás de que se encuentre así? No sería capaz de entenderlo, pero si alguien lo sabe que, por favor, tenga la amabilidad de aclarármelo. Y, por último ¿está contemplada alguna medida para reanimar ese espacio? Que por lo visto llega hasta la misma calle Guatemala con un paseo de piedra.
A cualquiera que sepa contestar a dichas preguntas le ruego que lo haga, le estaré muy agradecido. Aunque más lo estaría si esto llegara a quien tiene que llegar para que se arregle tal situación.

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