Mi "Querido" Polígono Guadalhorce
Estoy seguro de que jamás la publicarán. Ya explicaré los motivos.
En respuesta al comentario sobre la limpieza del citado polígono industrial que ayer hizo el Señor Don Jesús Redondo, en la sección de cartas al director, quisiera, en primer lugar comunicarle que estoy total y absolutamente de acuerdo con sus palabras. Ciertamente el Polígono Guadalhorce no es el mejor ejemplo de reclamo turístico de la ciudad, también hay que decir que el interés turístico de esta zona es cero (o menos diez) y que un viajero y/o visitante tan solo va a pasar por aquí (digo “por aquí” porque es desde donde escribo) de casualidad, por error o despiste, de camino al aeropuerto o de regreso de este. Aunque eso no es tampoco motivo para soportar la vergonzosa situación en la que se encuentran las calles por las que tengo que pasar todos los días y en las que, miles de ciudadanos, desarrollamos nuestra actividad laboral. A su protesta yo añadiría muchas más cosas, ya que no solo la limpieza deja que desear, y aspectos tan básicos como el mantenimiento de las principales vías de acceso (tanto la Avenida Lumiere, como Herman Hesse o la misma carretera Azucarera-Intelhorce) que se encuentran en un estado lamentable, llenas de baches, socavones y residuos de todo tipo. O el servicio de transporte público urbano que es insuficiente, ya que tan solo contamos con una línea de autobús (la 27) para cubrir un área equivalente a cuatro veces el complejo universitario de Teatinos, con paradas infrahumanas, sin protección contra el sol y la lluvia, llegando a situarse algunos apeaderos en lugares tan inverosímiles como el arcén de la vía de salida del polígono, un lugar para jugarse la vida, literalmente, y con una espera media entre autobuses de treinta y cinco a cincuenta minutos (escalofriante ¿verdad?). El servicio de cercanías llega al polígono, si, la parada se encuentra estratégicamente situada en el centro del mismo, pero eso implica tener que caminar el recorrido equivalente a Puente de las Americas-Alameda Principal si, por ejemplo, queremos llegar desde el andén a la calle Hermanas Bronte. Esto visto así parece un simple paseo bajo el sol, junto a las palmeras de la avenida y disfrutando del buen ambiente de la zona, pero aquí hay que contar con las aceras maltrechas, cuando las hay, los vehículos aparcados sobre las mismas, que no son solo turismos sino desde grúas, y camiones hasta excavadoras y la casi total ausencia de pasos de peatones y semáforos. La circulación del tráfico dentro del área no es mala, fluida si, peligrosa bastante. Si en el casco urbano el límite de velocidad está de adorno y los semáforos cumplen una función casi estética para la mayoría de los conductores, imagínese que ocurriría si se eliminaran las luces de tráfico y las señales brillaran por su ausencia, pues no se lo imagine y venga a visitarnos, esto es zona franca para temerarios. Si cree que lo ha visto todo en la carretera venga aquí y se sorprenderá. Yo he visto camiones hormigonera circular en sentido contrario impunemente y a sabiendas de que lo hacían mal, apartando a los que íbamos, con malos modos y prepotencia, furgonetas de transporte express volando sobre cruces de stop y hasta grúas de seis ejes rodando a ochenta por hora.
En cuanto al responsable de que esta situación sea una constante en el tiempo desde hace ya años, bueno, puede usted empezar a señalar con el dedo a todo el mundo que seguro que acertará. La limpieza y el mantenimiento de la urbanización se la puede achacar a partes iguales a la Entidad Urbanística Colaboradora de Conservación del Polígono Guadalhorce y al Excmo. Ayuntamiento de Málaga. El tema de los transportes públicos, bueno, la EMT es la única que puede mejorar, no creo que RENFE vaya a construir un tren de circuito cerrado para el polígono, aunque sería una idea estupendísima. En cuanto al tráfico y su regulación, tanto la rodada como la peatonal, bueno, a quien corresponda, el que tenga oídos que escuche ¿no? Lo único que puedo decirle yo es que en nuestra empresa, como muchas otras, pagamos, religiosamente, todos los impuestos más una cuota mensual nada desdeñable a la citada Entidad de Conservación (ríase usted del nombre) y seguiremos pagando porque así hay que hacerlo ¿verdad? Mientras tanto las cosas seguirán igual, y por mucho tiempo por lo que parece ¿o acaso me equivoco?
Comentarios