Perdiendo Aceite

Que no se me alarmen las asociaciones Pro Gays y Lesbianas que no voy a arremeter contra ellos. Al menos hoy no, pero no descarto hacerlo el día que hagan algo que no considere justo, que lo harán, porque todos somos humanos y al final siempre acabamos metiendo la pata en algo, eso es una ley universal.

En mi ciudad nos estamos volviendo todos muy ecológicos. Sobre todo los organismos públicos (léase Ayuntamiento y Diputación) que han visto en este movimiento y en el consecuente sentimiento ciudadano, una vía para hacer negocio. Aquí, como en todas las ciudades empezamos con el vidrio no retornable. Lejos quedó ya eso de volver a la tienda de Juan con las botellas de La Casera y los cascos de Coca-Cola vacíos, para que te devolviera los dos duros por pieza. Que se te rompiera una botella en casa era una pequeña tragedia y, de niños, siempre estábamos dispuestos a devolverlas a la tienda para quedarnos con el reembolso. Luego siguió el papel y el cartón. Los contenedores azules al principio escaseaban y era normal eso de encontrarse el único que había en el barrio, lleno hasta los topes, rodeado de bolsas que los vecinos habían ido abandonando allí porque no cabían más donde debían. Poco a poco han ido creciendo en número, pero, por desgracia, el servicio de recogida de estos sigue siendo algo deficiente y, casi en el ochenta por ciento de las veces que intento cumplir con mi obligación de buen ciudadano, comprometido con el medio ambiente, me encuentro con el mismo problema, mis residuos no caben. El último en aparecer fue el contenedor amarillo y con este aparecieron las primeras dudas sobre que es lo que había que meter ahí. ¿Sólo envases qué significa? Plástico, PET, poliuretano expandido, aluminio… ¿Los Tetrabricks son envases o cartón? Una vez medianamente informados, sigues el mismo proceso que con el resto de materiales, en casa los separas, los seleccionas, los embolsas y cuando ya no puedes entrar en la cocina decides hacer un viaje al punto de reciclaje más cercano. Te acercas gustosamente, con la cabeza bien alta, orgulloso de hacer un pequeño esfuerzo para mejorar el mundo y te encuentras con que te tienes que liar a mamporros con las bolsas que el que vino antes que tú dejó atascadas en la entrada del depósito, sólo por no hacer el esfuerzo de empujar un poco, porque dentro hay espacio de sobra, ya que yo puedo acabar de meter su bolsa y las dos o tres que acarreo. Y es que en esta ciudad todos somos ecologistas, siempre y cuando eso no implique esforzarse para serlo.

Gracias a Al Gore y a su patrulla de famosetes, el “Live Earth Team”, a los políticos se les está empezando a crear (iba a poner despertar, pero me ha parecido demasiado optimista) un poco la conciencia ecológica. Esto del Calentamiento Global y del Cambio Climático está empezando a sonar demasiado en serio, sobre todo vistas las trombas de agua de los últimos meses y los periodos de sequía tan prolongados. Ya no parece cosa de unos pocos científicos pseudo hippies, buscando aguar la fiesta a las grandes multinacionales. No, ahora suena algo más serio y parece que si no nos ponemos todos las pilas vamos a acabar perdiéndolo todo, desde nuestra forma de vida, hasta nuestros recursos. De modo que las mentes de la administración se han puesto a pensar, tarde como siempre y a media marcha, para variar. Han hecho una concatenación de ideas y han llegado a un resultado “brillante”: “Si el calentamiento global se debe, sobre todo, a las emisiones de CO2 , lo que tenemos que hacer es reducir esas emisiones”. Hasta ahí la cosa no va mal, un razonamiento lógico. Ahora bien, que conste que hablo de mi ciudad ¿eh? No se como será en otros lugares, pero aquí el político medio no ve más allá de lo que tiene a dos metros de su nariz, o no quiere ver, que es lo más probable. Como Málaga no tiene suficientes contenedores, ahora quieren aumentar el parque con unos nuevos, especiales y destinados a la recepción de aceites vegetales domésticos, con el fin de reutilizarlos en la producción de Biocombustible (que no biodiesel como lo llaman, porque Diésel es el sistema mecánico y gasoil el combustible, pero claro, suena mejor biodiesel que biosoil, aunque tampoco está mal). Reconozco que en estos momentos todo este tema del combustible no fósil está un poco en pañales y que, con el tiempo, la mayoría de vehículos funcionarán con eso, pero implicarnos ahora a los ciudadanos para que al ayuntamiento les salga más barato el coste del combustible para los vehículos públicos y/o del parque municipal, me parece de lo más rastrero del mundo.

Suficiente estamos tragando los ciudadanos que nos preocupamos de separar, clasificar, organizar, trasladar y depositar en su lugar todos y cada uno de los materiales susceptibles de ser reciclados, sin compensación alguna, ni económica, sin una consecuente bajada en el canon de recogida de basuras y limpieza municipal, ni ecológica sin el replantado y/o la creación de nuevas zonas y áreas verdes (pero verdes de verdad, no de hormigón pintado), para que ahora me digan que tengo que recoger, gotita a gotita, todo el aceite usado en mi cocina, aceite que he pagado a precio de oro gracias a los intermediarios comerciales (ese es otro tema) y que te voy a dar gratis a ti para que tus amigos lo vendan a precio de oro ya convertido en material inflamable. Mientras, el billete de autobús municipal seguirá aumentando cada año, porque en principio los costes de producción del biocombustible serán más caros y, cuando se estandarice el sistema ya nadie se acordará de lo que consumen los motores, y el precio seguirá subiendo sin problemas, porque la gente se olvida de todo y sigue pagando.

Si los que tienen que actuar parasen de pensar y se dejaran aconsejar por auténticos profesionales, se darían cuenta de que, en una ciudad en la que se dan más de trescientos veinte días de sol al año, el auténtico ahorro en energía pasa por el uso de idems renovables, y la primera es la solar. Con una legislación que obligara a instalar placas solares en los desaprovechados tejados de los miles de edificios, tendríamos suficiente energía para olvidarnos, de por vida, de combustibles como el gasóleo de calefacción o el butano. Con un ayuntamiento realmente concienciado y comprometido, que ayudara mediante subvenciones y convenios entre fabricantes y comunidades, esta ciudad sería energéticamente autosuficiente y ayudaría a limpiar la atmósfera reduciendo las emisiones de gases. Pero no, aquí vamos a razón de idea brillante por legislatura y ninguna acaba dando resultados visibles para el ciudadano.Yo, por mi parte, no pienso ceder esta vez, vamos de hecho me niego en redondo a llevar los botecitos de aceite refrito por la calle hasta el contenedor, a no ser que en el mismo instalen un cajero electrónico y, por cada unidad que deposites, te abonen, mínimo un euro por litro. Pero como no caerá la breva, que se busquen los aceites ellos solos.

A este paso, nos instalarán contenedores rojos para que depositemos la calderilla que nos sobre en casa. Harán una campaña de concienciación por la deuda del ayuntamiento y apelarán a nuestro buen sentir ciudadano. ¡Ah, no! Espera, que eso ya lo hacen, sin apelar a nada, se llaman impuestos municipales y no bajan nunca, aunque tu ayuntamiento tenga superavit presupuestario de un ejercicio a otro.

Comentarios

MCarmen ha dicho que…
¡Muy bien dicho! Yo me apunto a no clasificar también el aceite... bueno, cuando digan de ponerlo aquí en Sevilla, porque que yo sepa de momento al "cabezón", perdón a Monteseirín, aún no se le ha ocurrido o al menos,implantarlo.
Por desgracia se aprovechan del ciudadano de a pie, que parece que es el único preocupado, pero de verdad, del medioambiente, ellos de lo único que se preocupan es de que las cosas le salgan más baratas y le puedan sacar mayor beneficio.
Por cierto, me pregunto yo: si nosotros separamos todos los resíduos en contenedores independientes ¿qué hacen los basureros a parte de recoger los contenedores? Es una duda, que tengo desde que existen los contenedores separados.
Ahí está, ya somos dos, a ver si poco a poco se va sumando la gente ¿no?

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