Hoy me he encontrado con la feliz noticia que TATA® brinda al mundo. La compañía de automóviles India, acaba de hacer pública la fecha de lanzamiento de su vehículo de bajo coste y ha dejado boquiabiertos y enmudecidos a todos sus competidores. Ya hace cuatro años que el presidente de esta compañía expuso su intención de fabricar un coche, utilizando los materiales y los medios de ensamblaje de ciclomotores y motocicletas, dos de los medios de transportes más utilizados en Asia. Las críticas del resto de constructores del sector de la automoción no se hicieron esperar y, por supuesto el recelo ante un producto que tildaron de baja calidad e inviable por las expectativas de costes de producción que planteaba el presidente de la compañía India.
El resto de compañías estarán que rechinan y con razón. Una marca de la competencia va a poner en entredicho la “ética comercial” del resto. Pero esto es algo que ya se veía venir. Siempre me ha parecido sobredimensionado el precio que los coches tienen en mi país y supongo que en el resto de Europa. Sobre todo el de los utilitarios, que, salvando excepciones como el Citroën C3 que es más o menos asequible en su versión base, el resto son horriblemente caros para las prestaciones que dan, o, al menos, para lo que yo y la mayoría de personas necesita. Sinceramente, que un Clio valga dos millones al igual que un Corsa, con (con perdón) la mierdecilla de coche que es, me parece el timo del siglo, sobre todo sabiendo que el coste de producción es de casi un diez por ciento del valor, eso en el caso de los coches de gama media, de los que aquí estoy hablando. Si, parece mentira, pero los modelos más populares, Clio, Fiesta, Focus, C3, Corsa, etc… tan sólo cuestan 1.200 € fabricarlos. Luego lo venden por doce mil. Si, curiosamente con las tres o cuatro primeras letras ya está pagado el vehículo, el resto (hasta cubrir costes de transporte, comercio y demás) son beneficios. Por eso algo así les asusta tanto a las megacorporaciones. Que salga a la luz la posibilidad de vender un coche, totalmente equipado por ese precio, delata como explotan al cliente miserablemente. Si nos metemos en el mundo de los repuestos la cosa va igualita, pero ese es otro tema.
Así que, hoy, desde el otro lado del mundo, aplaudo la iniciativa del presidente de TATA®. Espero que el día diez de enero nos quedemos todos gratamente sorprendidos. Yo ya estoy deseando verlo.
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