21 julio 2010

De Casta Le Viene

Por segundo año consecutivo la Reina Fabiola de Bélgica ha empezado a recibir cartas de un "admirador secreto", como en la cancion de Cecilia (...¡dime quién era! ¿quíen le enviaba flores por primavera?) el autor es desconocido, pero a diferencia del amante del ramito de violetas, este belga remite sus epístolas con un mensaje algo más agrio.

Con la que se está cociendo en Belgica, con la lucha de poder y las reclamaciones independentistas de los flamencos (quienes se han puesto aún más idem desde que en las últimas elecciones ganara un separatista reconocido). Con la crisis que también azota a ese país y supongo que más problemas que escapan a nuestro conocimiento. No sentó muy bien que se hicieran públicas las remuneraciones oficiales de la casa real. En dicha lista, Dª Fabiola de Mora y Aragón, aparecía beneficiada con más de un millón de euros de las arcas públicas y eso, por muy simpática que caiga la reina (que sigue siendolo de todos los belgas) es mucho dinero.

Como en todas estas cosas, las reacciones fueron de todos los colores. Hay quien lo ve bien, quien lo ve mal, quien no le importa y, bueno, luego están los chiflados como éste del que hablamos hoy. Un perturbado que no tiene otra ocurrencia que amenazar de muerte a su majestad. Perturbado y mucho, no tiene otro nombre, pero original, lo que se dice original, el tío es un rato largo. Su idea era matar a la señora (que ya supera los ochenta años) mientras presidía los actos en conmemoración de la fiesta nacional de Bélgica, que se celebra el 21 de julio. Pero lo ocurrente no era el día ni la situación, delante de todo el país, retransmitido por televisión, no, lo gracioso es que el tipo pretendía ejecutar su malévolo plan ¡con una ballesta! Si, ahí en plan Guillermo Tell, paseándose por las calles de Bruselas con un arma y sus flechas a la espalda en un carcaj. En pleno verano, donde no hay forma de esconder nada. Vamos, si el tipo consigue acercarse con el arsenal a cuestas a menos de un kilómetro de la familia real, es para darle un premio.

Lo mejor de esta historia es la respuesta de Doña Fabiola, que a sus años y con la vida que ha llevado, aún conserva humor suficiente para, delante de todo el país y, por supuesto, de su psicópata particular, aparecer al acto conmemorativo con una manzana verde. "¡Que vás de Guillermo Tell! ¡A ver si le aciertas a esto! ¡Valiente!" ¡Con un par su majestad!

Y es que, donde hay sangre, hay sangre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

De esto no tenía ni idea. Me ha gustado ponerme al día.¿Qué sería la vida sin humor?
Besitos.

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