¿Porqué Mentimos?

Ni soy psicólogo ni he leído nada al respecto, pero siempre he creído que el hecho de mentir debe de estar relacionado con alguna especie de mecanismo de defensa, un tema de supervivencia ¿ya sabes?

En la naturaleza las relaciones entre animales, de la misma especie y de distintas especies son muy claras y rígidas. Estrictas y bien definidas. Si te sales de la norma te pueden suceder dos cosas, que te lleves una manta de palos y como mucho te expulsen del grupo (en animales de la misma especie) o bien que te den una buena tunda y acabes siendo el almuerzo de otro grupo (normalmente esto se da entre animales de distinta especie). Pero los animales no mienten, no engañan, simplemente no saben hacerlo y esto es porque en su mundo, mentir no sirve para nada.

El ser humano se rige por normas más complejas, eso está claro. Formamos sociedades tan complicadas, con relaciones tan enrevesadas que hasta en comunidades que viven separadas un par de kilómetros, existen normas y tradiciones tan diferentes que asustan. Pero básicamente el instinto de supervivencia es el mismo. Nos pasamos la vida buscando una estabilidad, una posición, un status y cuando al fin alcanzamos nuestros objetivos nos sentimos amenazados por otros que quieren lo mismo que nosotros, o lo nuestro, es entonces cuando se activan los mecanismos de defensa y empezamos a mentir. Mentimos para que no nos quiten lo que tenemos, o para conseguir lo que queremos, o incluso para hacer que otros no consigan lo que quieren. Jugamos al despiste, damos información falsa o incompleta. Somos hipócritas, rastreros y mezquinos y lo peor es que nos regodeamos de ello.

Gracias a Dios no todo el mundo es así, casi me atrevería a decir que los falsos de verdad, los grandes embusteros, los profesionales de la mentira son pocos y normalmente lo que acaba triunfando siempre es la verdad. De pleno acertó aquel que dijo que antes se pilla a un mentiroso que a un cojo y, normalmente, eso es debido a que el mentiroso es descuidado, torpe y sus actos siempre acarrean un enorme grado de nerviosismo y desorganización. Al mentiroso compulsivo se le cala en las dos primeras frases de la conversación. Después tan sólo hay que dejarlo hablar un poco, que se suelte, darle cuerda y en poco tiempo verás como se contradice él solito.

Yo me considero un defensor de la verdad, la mentira no lleva a ningún sitio sino a más mentiras que no conducen a nada. Si vas por el camino recto nadie podrá reprocharte nada, eso si hay que tener cuidado aquí, una cosa es defender la verdad y otra eso que dice la gente de "ir con la verdad por delante" o "decir las verdades a la cara", eso no es defender la verdad, sino aprovecharse de ella.

de modo que, si en tu vida hay un mentiroso, sigue mi consejo, déjalo vivir tranquilo en su mundo de fantasía, él será más feliz y tu existencia junto a él, no será mejor, pero al menos si más llevadera.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Consejo recibido.Un beso,

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