Hasta Aquí De...

La Navidad, que todavía no ha comenzado (oficialmente, para El CorteInglés lo hizo casi en verano) y ya me tiene hecho polvo.

El lunes, veinte de diciembre, a las 00:07 horas, me retiré oficialmente de ayudar en más mudanzas. De modo que, amigos, familias, conocidos varios y compromisos muchos, lo siento, pero he colgado la toalla, definitivamente.

Tengo que admitir que me dejó totalmente derrotado lo del domingo, roto, rendido, destrozadito, porque uno ya no está para estos trotes. Sinceramente la vuelta a los ruedos de los traslados no ha sido la mejor idea del mundo. Ya anuncié mi retirada con el último (perdón, penúltimo) cambio de casa de Luis y Elena, al último no asistí porque me dejé media espalda y parte de los riñones en el traslado a mi propia casa, desde donde hoy escribo (medio zombie, todo hay que decirlo). Pero esta vez no podía negarme. Por Dios, se trataba de mi cuñada y de su pareja, que por fin dejaban atrás ¿cuantos? ¿Cuatro? ¿Cinco años en un piso de más de cien? Si, como habéis leído, más de cien años. Un piso con vigas de madera en el suelo y tejado de cañizo. Una vivienda que no pasaría ni un control técnico de Uganda, si es que allí hacen controles de ese tipo y sin menospreciar a Uganda, ni a sus inspectores, ni a los ugandeses y ugandesas (nunca se sabe quien te lee ni desde donde). A fin de cuentas aquí tampoco tenemos esos controles, aunque si existan, y les pagemos su buen sueldo a los técnicos de la Junta y/o Ayuntamiento correspondiente. Ellos lo tenían todo muy bien arregladito y aprovechado, pero con este cambio han ganado mucho, muchísimo y, en los dos días que llevan en su nuevo hogar ya habrán notado la diferencia.

Pero me estoy enrollando, como siempre. Decía que estaba cansado. Y aún sigo, porque al día de mudanza siguió uno de trabajo, con compra navideña incluída al final de la jornada. De esas que cansan, porque no llevas una lista en concreto, sino que la empresa te dice "te puedes gastar tanto" y tú vas calculadora en mano cogiendo cosas y sumando precios. Ya no vuelvo a comprar la cesta en ElCorteInglés. No tiene tantos productos como antes, algunos que buscábamos, agotados y muy poca variedad. Calidad, si, toda la del mundo, pero variedad, poquita. Y para un día que uno se puede dar un capricho... Si a eso sumamos los límites de la dieta de embarazo (que yo también estoy haciendo, por solidaridad) pues así explicamos la hora y media que nos pasamos dando vueltas por los estrechos pasillos del supermercado.

Total, que ayer no descansé, pero es que hoy tampoco, porque la compra "Special Christmas" (que me hizo llegar a casa para ducharme, comer y dormir siete horas justitas) no trae productos básicos y la nevera empieza a recordarme a mi primer día en la casa, vamos, que está blanca e impoluta, vacía. Así que toca otra vez ir de compras. Luego hoy, tampoco descansamos.

Todavía queda la esperanza de que mañana nos toque el gordo de la Lotería de Navidad y me quite la hipoteca de un mazazo. Y tal vez cambie de coche.

Y quedan dos días para Nochebuena, una semana y poco para Nochevieja y por ahora sólo llevo comprado un regalo de Reyes.

Bueno, lo se, se que este post no tiene hoy mucho sentido pero, entendedlo, estoy cansado.... y es Navidad.

P.D. Se me olvidaba ¡Feliz Navidad A Todos! ;)

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