¡Sin Manos Mamá!

N
o hace mucho presenté públicamente a través de este humilde blog a mi nueva-vieja bicicleta. Una pieza de museo de la que me siento muy orgulloso, por haberla rescatado de las garras del óxido y la suciedad, salvándola de un futuro asegurado en el vertedero municipal.

Hasta que no reforme el trastero/tendedero que tenemos en la azotea de nuestro edificio, mi vieja Orbea se quedará en el trabajo. Allí seguiré retocándola y dejándola más a punto, hasta el día en el que pueda traérmela y me atreva a aventurarme en el fascinante mundo de los carriles bici de Málaga.

De vez en cuando la saco a pasear por el recinto. Le quito el polvo, la engraso un poco y disfruto de unas pocas vueltas pedaleando por allí, con la seguridad que da el saber que apenas me voy a cruzar con un coche, y que este siempre irá despacio, porque por allí no se puede correr mucho. No hay nada más placentero que un paseo en bici, sintiendo el aire en tu cara y haciendo un poquito de ejercicio, tanto al mover las piernas como al mantener el equilibrio.

Hoy ha sido otro de los aburridísimos días de agosto en el trabajo. Más tedioso si cabe, ya que estábamos a jueves de feria, y si de por si con los calores la gente casi no se mueve, con la resaca de la fiesta, menos aún. De modo que, a eso de las dos, mientras trataba de mantener los ojos abiertos, tras unas cuantas horas de trabajo a mis espaldas y una noche movidita gracias a la falta de sueño de Lucas, me decidí a montar sobre mi sillín Brooks para despejarme un poco.

Ya comenté también, que aquí el que suscribe siempre ha sido bastante torpe a lomos de uno de estos trastos de dos ruedas. Que jamás logré soltarme del manillar ni un segundo, por miedo a dejarme los dientes en el asfalto. Así que aprovecho también estas pequeñas escapadas para practicar un poco, no sólo el pedaleo y el manejo del manillar y los frenos, sino también el soltarme de una mano para cambiar de marchas. Porque esta bicicleta tiene un cambio de tres marchas "Simplex", que se acciona a través de una palanca que va montada en la barra inclinada del cuadro. Hasta hoy no había intentado cambiar de marcha. Después de hoy no volveré a hacerlo.

Que conste que de los dos intentos para cambiar, el primero funcionó y durante un tiempo fui con la segunda puesta, hasta que por si sólo se volvió a colocar en primera. En algo me equivoqué al montar de nuevo todo después de pintar el cuadro. La segunda vez fue fiasco total. Ahora mismo no se como ocurrió exactamente. Me incliné un poco para tirar de la palanca y al segundo ya estaba dando con mis huesos en el duro suelo (¡Oyvá! ¡Cataplof!). No se si se me giró demasiado el manillar, si pillé una de las arquetas de desagüe o si la cadena se salió y se me paró en seco la bici. El caso es que me he dado un morrazo de los buenos, de los que hacía años que no me daba. Resultado: la mano izquierda magullada, la rodilla izquierda muy dolorida, varios golpes por ambas piernas y la muñeca derecha contusionada (ahora me duele bastante, veremos mañana).

La calle estaba desierta, de modo que no me vio nadie en directo. Luego me puse los vídeos de seguridad para enseñárselo a Paco, y la piña se veía impresionante, a baja calidad, pero bastante bien. Ahora me duele más el orgullo por una parte, porque siempre es frustrante caerse de cualquier manera y por otra parte el haber arañado el manillar y no se que más partes de mi preciosa bici, que allí la dejé en el almacén cuando me vine, sin revisarla a fondo, aunque parecía estar bien. El lunes le daré un repaso, la pondré de nuevo en marcha y me daré otra vuelta, porque, aunque parezca mentira, lo estoy deseando, será el subidón de adrenalina. O, simplemente, que el golpe me ha dejado tonto.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Yo quiero copia de ese video. Si te sirve de consuelo yo no he montado en bici en mi vida,(solo en la estática).Yo lo de coger velocidad en algo que no son mis pies tocando tierra me pone de los nervios,jajaja
Cris
Elena ha dicho que…
Ya tienes una edad para andar haciendo experimentos, jeje. La verdad es que se te ve ilusionado con tu bici. Cuídate. Besos
Jose M. Bermejo ha dicho que…
De vez en cuando viene bien darse un morrazo, para despertar. Mientras te puedas levantar luego y reirte un poco de ti mismo :)

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