08 septiembre 2014

El Escarabajo

U
n simple bicho y tres niños en un parque, puede hacer que te plantees hasta que punto el ser humano tiene eso mismo, humanidad. ¿Es algo que tenemos o lo aprendemos? Y en el mismo sentido, la crueldad ¿la tenemos innata o la adquirimos al verla a nuestro alrededor?



Jugando con Lucas hace un par de días en uno de tantos parques infantiles que desde hace unos años pueblan nuestras ciudades, me fijé en que había un grupito de tres enanos muy afanados en aplastar un bicho. El mas pequeño de los tres parecía ser el mas valiente y, mientras los otros dos recelaban de acercarse demasiado al pobre animal, el rubito de poco mas de un metro, lanzaba pisotones a diestro y siniestro hasta que al final lo alcanzo, no de lleno, pero le dio. Apenas me dio tiempo a acercarme diciéndoles que no lo hicieran, el pobre escarabajo ya estaba herido.

"Es un escarabajo, no hace nada, no lo mateis", les dije mientras me agachaba a cogerlo. Cuando lo tuve en la mano, todos se acercaron a verlo, hasta la madre de uno de ellos que al comprobar que se trataba de un simple escarabajo, les reprendió un poco, no lo suficiente la verdad. Lo puse con cuidado fuera del alcance de los niños, al otro lado de la valla y me alejé.

No pasaron ni cinco minutos cuando me fije de nuevo en el grupito que, ahora armados con palitos y piedrecitas, estaban otra vez hostigando al pobre bichejo, quien estaría buscando un rincón donde refugiarse para curar sus heridas o bien para morir en paz. Me marché de allí sin saberlo, pero supongo que el animal no pasaría de aquella noche.

Esto, que no es sino una tonteria, una chiquillada protagonizada por tres pequeños de entre dos y cuatro años, puede ser perfectamente extrapolada al mundo de los adultos y donde hay un bicho se puede poner un perro, una cabra, un toro, o hasta otra persona.

Llámenme cenizo o negativo, pero si estos empiezan asi, como acabaran. Portada en diarios por haber apaleado a cualquiera hasta la muerte, por ejemplo. Y no hablo de estos niños en concreto. Ni siquiera de los niños españoles en general. Hablo de todos los niños que, por desgracia viven en sus carnes lo que nosotros nos desayunamos cada mañana en el telediario. Que esperamos que salga de una infancia rodeada de odio y destrucción sino mas odio y mas destruccion. Hablo de Irak, Siria, Gaza e Israel, de Ucrania y de tantos otros sitios en los que los juegos se han cambiado por pura supervivencia. Y vivir en un autentico y terrible desafío diario.

El trato a un simple bichejo puede marcar la diferencia entre un niño y un futuro monstruo o, sin ser tan dramatico, una persona con pocos o ningún escrúpulo pero, solo si los que están a su alrededor toman la actitud correcta. Si en lugar de aleccionar y/o hasta reprender llegado el caso (aunque suene muy feo) miramos hacia otro lado ¿qué podemos esperar?

Supongo que a esa pregunta se puede responder ojeando el periodico todos los dias. Y comprobando que, el ochenta por ciento de las noticias hablan de, llamemoslos, malas conductas. Desde asesinatos a sangre fría publicados en las redes sociales o maltratos a animales indefensos, hasta honorables señores que han metido la mano hasta en el cepillo de su parroquia para tener unos "ahorrillos" en Suiza. Y visto desde este punto de vista, bichejo, lo que se dice bichejo, lo es mas este tipo de persona que el pobre escarabajo negro del parque (DEP). 

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