n simple bicho y tres niños en un parque, puede hacer que te
plantees hasta que punto el ser humano tiene eso mismo, humanidad. ¿Es algo que tenemos o lo aprendemos? Y en el mismo sentido, la
crueldad ¿la tenemos innata o la adquirimos al verla a nuestro
alrededor?
Jugando con Lucas hace un par de días en uno de tantos parques
infantiles que desde hace unos años pueblan nuestras ciudades, me
fijé en que había un grupito de tres enanos muy afanados en
aplastar un bicho. El mas pequeño de los tres parecía ser el mas
valiente y, mientras los otros dos recelaban de acercarse demasiado
al pobre animal, el rubito de poco mas de un metro, lanzaba pisotones a diestro y siniestro
hasta que al final lo alcanzo, no de lleno, pero le dio. Apenas me dio tiempo a acercarme
diciéndoles que no lo hicieran, el pobre escarabajo ya estaba
herido.
"Es un escarabajo, no hace nada, no lo mateis", les dije mientras me
agachaba a cogerlo. Cuando lo tuve en la mano, todos se acercaron a
verlo, hasta la madre de uno de ellos que al comprobar que se
trataba de un simple escarabajo, les reprendió un poco, no lo
suficiente la verdad. Lo puse con cuidado fuera del alcance de los
niños, al otro lado de la valla y me alejé.
No pasaron ni cinco minutos cuando me fije de nuevo en el grupito que, ahora armados con palitos y piedrecitas, estaban otra vez hostigando
al pobre bichejo, quien estaría buscando un rincón donde refugiarse
para curar sus heridas o bien para morir en paz. Me marché de allí
sin saberlo, pero supongo que el animal no pasaría de aquella
noche.
Esto, que no es sino una tonteria, una chiquillada protagonizada
por tres pequeños de entre dos y cuatro años, puede ser
perfectamente extrapolada al mundo de los adultos y donde hay un
bicho se puede poner un perro, una cabra, un toro, o hasta otra
persona.
Llámenme cenizo o negativo, pero si estos empiezan asi, como
acabaran. Portada en diarios por haber apaleado a cualquiera hasta la muerte, por ejemplo. Y no hablo de estos niños en concreto. Ni siquiera
de los niños españoles en general. Hablo de todos los niños que, por
desgracia viven en sus carnes lo que nosotros nos desayunamos cada
mañana en el telediario. Que esperamos que salga de una infancia
rodeada de odio y destrucción sino mas odio y mas destruccion.
Hablo de Irak, Siria, Gaza e Israel, de Ucrania y de tantos otros
sitios en los que los juegos se han cambiado por pura
supervivencia. Y vivir en un autentico y terrible desafío diario.
El trato a un simple bichejo puede marcar la diferencia entre un
niño y un futuro monstruo o, sin ser tan dramatico, una persona
con pocos o ningún escrúpulo pero, solo si los que están a su
alrededor toman la actitud correcta. Si en lugar de aleccionar y/o hasta reprender llegado el caso (aunque suene muy feo) miramos
hacia otro lado ¿qué podemos esperar?
Supongo que a esa pregunta se puede responder ojeando el periodico
todos los dias. Y comprobando que, el ochenta por ciento de las
noticias hablan de, llamemoslos, malas conductas. Desde asesinatos a
sangre fría publicados en las redes sociales o maltratos a animales
indefensos, hasta honorables señores que han metido la mano hasta
en el cepillo de su parroquia para tener unos "ahorrillos" en
Suiza. Y visto desde este punto de vista, bichejo, lo que se dice
bichejo, lo es mas este tipo de persona que el pobre escarabajo
negro del parque (DEP).
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