álaga va rumbo al futuro. Es una realidad el que ya lleva tiempo siendo una de las capitales que más crecen en el ámbito nacional. Málaga se reinventó hace más de una década con el fomento del turismo cultural y hace un poco menos con el turismo de "élite" gracias a los cruceros que antes no venían y ahora no cesan. Se ha situado en el mapa de los sitios que hay que ver. Punto de inicio y final de vacaciones y ahora, destino turístico para todo el año, no sólo en verano como antes.
Hemos pasado de tener un par de hoteles medio decentes en la capital, a contar con decenas de establecimientos, de todas las clases, desde apartamentos turísticos de categoría como "Nono Charming Stay" (en el corazón del SOHO) pasando por hoteles boutique como Villa Lorena (en el barrio de El Limonar) hasta un hotel de cinco estrellas super lujo como es el Hotel Miramar, que ha recuperado el esplendor de sus años dorados.
Pero, no solo de hoteles vive el turismo, hay que ofrecerles ocio para que se queden aquí durante sus vacaciones y no se vayan de excursión a la Alhambra o a Sevilla, que están a una y dos horas de aquí respectivamente, lo que convierte también a Málaga en base de operaciones para rutas turísticas por Andalucía. Para eso, se ha creado la red de museos de la ciudad. El Picasso, el CAC, el Carmen Thyssen, el Museo Ruso, el Museo de Málaga..., amén de otros lugares culturales como el MIM (Museo Interactivo de la Música) el Museo del Automóvil, el Museo de la Imaginación. Y los que quedan por venir. Si a todos sumamos los lugares históricos como el Teatro Romano, la Alcazaba, la Catedral y todas las iglesias antiguas del centro. Lugares emblemáticos como el Paseo del Parque, Calle Larios y sus aledaños, la ciudad tiene mucho que ofrecer.
Todo esta oferta de ocio y cultura, por suerte o por desgracia, se circunscribe a una zona bastante pequeña de Málaga. El centro. Lo que deja a los barrios algo alejados del efecto del boom turístico, creándose cierto descontento entre los ciudadanos. A todos les gustaría beneficiarse de tanto extranjero y forastero que vienen a disfrutar de la ciudad. Pero, claro está, los barrios no están preparados para esto. No hay inversión para ello y además, tampoco voluntad.
Por culpa de esto, llevo viendo desde hace un tiempo, una especie de movimiento contrario al desarrollo de la ciudad. Consignas como "Málaga no se vende" y cosas parecidas ya se han escuchado antes. La gente se echa las manos a la cabeza cuando se tira un "supuesto edificio histórico" que se caía a pedazos, pero no reclama la renovación del cauce del Guadalmedina, que da vergüenza verlo. Recuerdo todavía cuando se protestaba por lo que se estaba haciendo en el puerto, que obra faraónica, que locura, el puerto no se debía tocar, el dinero está para otras cosas... Y, hoy en día, el Muelle Uno es un referente para toda la ciudad. Una de las joyas de la corona y nadie se atreve a decir lo contrario.
Lo último que me ha llegado hoy ha sido una petición para apoyar la paralización de la construcción de dos torres de viviendas y un centro comercial junto al río, en la explanada de Martiricos. Una zona que lleva unos treinta años sin recibir una inversión mínima, a la que sólo le han practicado un lavado de cara con un asfaltado y poco más. Argumenta una asociación de vecinos que, se van a ver afectados los aparcamientos de la zona, porque esa explanada alivia a la zona tan saturada de vehículos y viviendas. También que van a talar unos eucaliptos centenarios (No hay planta más dañina para la flora local que el Eucalipto pero, ese es otro tema) que el comercio local y tradicional se va a ver afectado por el centro comercial y que hay un bar/chiringuito que van a tener que quitarlo de allí y que lleva toda la vida. Una recogida de firmas a través de Change.org, presentaba un manifiesto con muchas quejas pero, ninguna propuesta alternativa. Que si van a construir viviendas de lujo y un parque público junto a la avenida. Que si el carril bici que está proyectado junto al río no va a disfrutar de los doscientos metros de eucaliptos y argumentos pobres, apelando al inmovilismo y a la tradición un tanto rancia de "nos gusta que las cosas se queden como están" (Rebus sic stantibus). Lo siento, pero no me han convencido. Y mira que yo soy crítico con las megaconstrucciones pero, no. No veo espíritu de mejora y eso no lleva a ninguna parte.
Por poner un ejemplo parecido. En los antiguos terrenos de Repsol, en la Avenida Juan XXIII, se planteó hacer también una promoción de torres de viviendas y, los vecinos, de un barrio bastante más saturado que el de Martiricos, lucharon porque aquella zona se convirtiera en un mega-parque, un bosque urbano. Nada de dejarlo igual o convertirlo en una zona de aparcamientos. No, un bosque en toda regla. Mejorar lo presente mirando al futuro. Esos si me convencieron y firmé, con mucho gusto. Pero, Martiricos necesita otra cosa. Necesita un impulso modernizador. Necesita inversiones de calado. Cosas que hagan que la gente se fije en ese lugar. Un lugar fantástico, junto al río, muy cerca del centro, pegado al estadio de fútbol de La Rosaleda y hasta hoy, olvidado por las autoridades. Yo veo más beneficios que pegas pero, siempre estoy abierto a buenas ideas. De modo que, ¡convénzanme! Denme argumentos buenos, no me apelen al miedo de que no se va a poder acceder al hospital civil o al materno si construyen allí, eso es falso. O que los bomberos no pueden acceder a los pisos más altos, ya existen torres más altas en la ciudad que la escalera de bomberos y no se ha puesto el grito en el cielo por ello. ¡Convénzanme! Repito. Hagan propuestas constructivas y planes de mejora para el vecindario y toda la ciudad, entonces, les prometo que tendrán mi apoyo.
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